Horacio Regnícoli nos deja un legado de trabajo y compromiso

El jueves 9 de octubre falleció Horacio Regnícoli, a los 87 años, uno de los grandes impulsores de la industria naval en Argentina. Su vida estuvo marcada por la pasión, la innovación y un compromiso inquebrantable con el legado familiar.

Hijo de Don Emilio Regnícoli —que con su hermano Higinio fundan en 1924 el hoy histórico astillero—, Horacio representó con orgullo la segunda generación de esta familia ligada al mundo náutico, junto a su primo Jorge Regnícoli. Ambos fueron protagonistas de una etapa clave en la historia del astillero: la incorporación del plástico reforzado con fibra de vidrio, una verdadera revolución tecnológica en su tiempo que permitió dar inicio a la producción en serie de embarcaciones deportivas.

Su última carrera de offshore en Mar del Plata en el año 1975

Horacio Regnicoli su pasión por la motonáutica y su compromiso con la industria

Gracias a su empuje y visión de futuro, la marca Regnicoli se convirtió en sinónimo de calidad, solidez y diseño, ganándose un lugar de prestigio en todo el país.

Pero Horacio fue mucho más que un constructor de barcos. Apasionado por la motonáutica, participó activamente como piloto en distintas categorías, llevando su amor por el agua también al terreno deportivo. Además, tuvo un rol destacado como dirigente: fue socio fundador y presidente de esta Cámara (CACEL – Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones Livianas), y vicepresidente de FINA (Federación de la Industria Naval Argentina), siempre defendiendo con firmeza y respeto los intereses del sector.

Horacio Regnicoli en competencias motonáuticas

Un legado que continúa navegando

Tranquilo, íntegro, con un profundo conocimiento técnico y un espíritu de liderazgo sereno y comprometido que lo siempre lo caracterizó. Así lo recordarán quienes tuvieron la dicha de conocerlo. Su presencia dejaba huella, no por alardes, sino por esa combinación de sabiduría, bondad y humildad que solo poseen los grandes.

Su legado hoy sigue vivo a través de sus hijos, Roberto “Popi” y Ernesto Regnícoli, integrantes de la tercera generación familiar al frente del astillero.

En cada embarcación que lleva el nombre Regnícoli, en cada rincón del astillero, en cada navegante que confió en su trabajo, permanecerá viva la huella de un hombre que vivió por y para la náutica. Hasta siempre Horacio.

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